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miércoles, 12 de abril de 2017
Casa Venturini, quesos europeos y conservas al natural
Un día, Christian Venturini llegó desde la parte italiana de Suiza a Cochabamba, quedó enamorado de los paisajes de Apote, se compró un terreno junto al cerro en medio de los árboles, construyó allí su casa para vivir con su esposa e hijas, dejó atrás su carrera de Sociología y se puso a fabricar quesos, como en su país de origen: cuajándolos y haciéndolos madurar en un sótano de piedra que construyó en su nuevo hogar, aprovechando la humedad de la zona.
Desde hace un año, salen al mercado nacional los quesos formagella Casa Venturini, caracterizados por su maduración, aroma dulce y sabor similar al de la mantequilla. Junto con estos productos, también se ofrecen las conservas: mermelada de moras, tapenade de aceituna, peperoncino, berenjenas encurtidas en aceite y el paté de hígado con receta de Florencia (Italia).
Sin embargo, el producto estrella es el queso formagella que el emprendedor aprendió a elaborar en su país de origen.
Ya en Cochabamba, adonde llegó después de haber culminado proyectos sociales en Potosí, se decidió por elaborar su producto aprovechando la producción lechera del lugar. Había que ver la calidad y la cantidad, pues habitualmente la proporción es 10 litros de leche para lograr un kilo de queso. Después, lo más importante era el sótano de piedra. “El lugar de maduración es el 60 por ciento del producto”, es su conclusión. Además, la temperatura y humedad del ambiente cochabambino no son iguales a los de Suiza. Por eso tuvo que hacer experimentos durante mucho tiempo antes de sacar sus productos al mercado.
También instaló un equipo de refrigeración en el sótano para mantener la temperatura por debajo de los 15 grados y a una humedad que oscilaba entre el 85 y el 95 por ciento, y dejó que los quesos maduren por espacio de un mes, haciendo un continuo balance de las temperaturas y retirando la costra de moho, según el tipo de queso que se prefiera.
Así, consiguió su producto final. Hoy, el queso sale con la marca Casa Venturini, cuenta con registro sanitario del Servicio Nacional de Inocuidad Alimentaria (Senasag) y se vende en ferias francas, supermercados y tiendas de productos gourmet de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
PROYECTOS
Habitualmente los quesos de Casa Venturni tienen un tiempo de maduración de un mes antes de ser envasados al vacío.
Por eso, y como quiera que no todos los moldes pesan lo mismo, no se envasan enteros, sino por mitades, y la venta es por peso.
Por ahora, el queso se deja en supermercados y tiendas a 150 bolivianos el kilo, por lo que es posible encontrar porciones más pequeñas a precios más bajos.
Sin embargo, uno de los proyectos del emprendedor es incluir en su oferta el queso fresco y el queso gigante de mayor duración.
Aún se realizan pruebas. El último, sobre todo, necesita mayor tiempo de maduración, y hay que dar con el proceso ideal y con el gusto cochabambino.
CONTACTOS
La empresa familiar Casa Venturini tiene como responsable de la producción a Christian Venturini. Su esposa, Adriana Amurrio, es la encargada de la parte administrativa y ventas.
Por lo general, los productos se ofrecen en la feria franca de la avenida América y Villarroel, los sábados por la mañana.
También se los halla en el supermercado IC Norte, Hoy Hay Casa Mercado, y tiendas de productos de gourmet, y lo mismo ocurrirá con las conservas una vez que se concluyan los trámites de registro sanitario de estas últimas.
Para contactarse con el emprendimiento o hacer consultas están los teléfonos 71522782 y 73477727. También están las direcciones electrónicas casa.venturini.bo@gmail.com y @productosVenturini.
En Facebook, está la página f/Casa Venturini.
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