Las artesanías chiquitanas están entre las más requeridas para que formen parte de la decoración de un hogar; sin embargo, también tienen su preferencia los trabajos en cerámica de Cotoca, o los textiles de los guarayos y ayoreos.
Decoración regional. Hamacas, portaretratos, adornos para la pared, bolsones, cojines y tinajas son sólo algunos de los productos que se pueden encontrar en Artecampo para decorar su hogar con motivos regionales.
Hasta hace poco más de dos décadas todos estos artículos pasaban desapercibidos para la mayor parte de la población; sin embargo, Artecampo, ha servido como un puente entre las comunidades indígenas que producen los adornos y la ciudad que compra los productos.
"Existe una rica producción artesanal en la que los cruceños tienen reflejada la cultura e identidad que tanto se buscaba", destacó Ada Sotomayor, gestora de Artecampo.
Tejidos que hablan. Los tejidos y textiles de la región oriental cada vez están más presentes en los desfiles de moda nacional. Sotomayor destaca que cada producto elaborado, cada línea tiene un significado que expresa mucho.
"En un bolsón ayoreo, el tejido puede identificar a qué clan (grupo) pertenecía la persona que lo elaboró", explicó Sotomayor.
Asimismo, las serpientes, los rayos que pueden expresar también mucho del clima que se vivió en la época en el que fue elaborado.
Un mundo diferente. Todo lo que se encuentra en Artecampo se realiza con materia prima del lugar, incluso los elementos que se diseñan tienen que ver con plantas, animales o figuras muy regionales. Por ejemplo, para los ayoreos es muy común los diseños con lagartos o flores exóticas; en los elementos de la Chiquitania, abundan los tallados en madera y configuras angelicales.
"Todos estos trabajos mantienen viva la riqueza cultural, además que evitan la inmigración a la ciudad", explicó Patricia Saucedo, responsable de ventas de Artecampo.
En 1985 surgió Artecampo
muestra las diferentes expresiones artísticas del oriente boliviano.
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