En un contexto en el que muchos jóvenes desean emprender, pero cuentan con recursos limitados, existen estrategias y consejos claves para iniciar un negocio incluso en medio de la crisis que atraviesa el país.
EL DEBER conversó con tres expertos para recibir consejos sobre cómo los jóvenes pueden iniciar un emprendimiento con bajo capital:
Según Christian Parada, presidente de Juventud Empresa, los negocios más viables en tiempos de crisis son los que resuelven necesidades reales, aprovechan recursos locales y tienen estructuras ágiles.
En Bolivia, destacan tres tipos: los de sectores esenciales como alimentación, salud educación y servicios básicos; aquellos que ayudan a otras empresas a ser más eficientes, como los servicios de digitalización, marketing, logística, desarrollo de software o gestión de procesos; y, los que ofrecen propuestas sostenibles o innovadoras, alineadas con los valores del consumidor actual.
Parada destacó que, emprender con poco capital no significa improvisar, sino actuar con claridad, disciplina y enfoque. Para él, es fundamental tener una visión clara del negocio, definir su objetivo, diferenciación y el problema que busca resolver. Además, recomendó validar rápidamente la idea con una versión mínima del producto o servicio, obteniendo retroalimentación del mercado para ajustar la propuesta según la demanda real.
Así mismo, Parada advirtió sobre la importancia de controlar los costos fijos, ya que muchos negocios no fracasan por falta de ventas, sino por gastos excesivos. En este sentido, sugiere opciones como trabajar desde casa, tercerizar servicios o compartir infraestructura en las primeras etapas para garantizar mayor sostenibilidad.
Según Francisco J. Román, miembro de Juventud Empresa, es crucial diferenciar entre emprender como una forma de sustento y crear una empresa con potencial de crecimiento.
“No es lo mismo armar una empresa en tecnología que trabajar como desarrollador o diseñador gráfico en plataformas virtuales”, explicó. Para él, el primer paso para emprender es observar qué modelos de negocio ya están funcionando y buscar formas de mejorar procesos o agregar valor.
Además, Román recomendó explorar pequeñas versiones de negocios ya existentes, pero con un enfoque innovador. “El mercado está saturado de negocios repetidos. Necesitamos pequeñas empresas que den el siguiente paso, que generen valor agregado en sectores como el café, el chocolate o el vino”, señaló, indicando la importancia de no sólo exportar la materia prima al extranjero.
No es sólo sobrevivir
Para aquellos que buscan emprender solo como una forma de sobrevivencia, Román aconseja que crear una empresa, con ese objetivo, no debería ser la primera opción.
“Busquen una empresa donde puedan aprender y crecer profesionalmente”, indicó, argumentando que un negocio de supervivencia puede volverse una carga y limitar el desarrollo personal.
Otro problema que identifica es la tendencia a repetir modelos de negocio visibles en redes sociales. Según Román, sectores que no son tan visibles pueden requerir menos inversión que un restaurante y ofrecer mayores oportunidades.
Román también enfatizó la importancia de la preparación autodidacta, su recomendación es que los jóvenes utilicen internet y aprendan en línea, capacitándose de manera constante para diferenciarse en el mercado.
Freddy Joaquín Pacheco, jefe de la Carrera de Comercio Internacional y coordinador de la Incubadora de Empresas de la UPSA, destacó sectores accesibles y estrategias clave para reducir costos. “Los emprendedores deben buscar alternativas de negocio que requieran una inversión mínima para reducir riesgos”, señaló, dando como ejemplo al sector gastronómico, que experimentó un crecimiento significativo.
“Es necesario buscar alternativas locales que minimicen el impacto financiero y permitan ofrecer precios competitivos a los clientes.”, explicó Pacheco. También enfatizó la optimización de insumos, la reducción de desperdicios y la eficiencia en procesos productivos para generar ventajas competitivas.
Sobre financiamiento, el experto sugirió recurrir a opciones no convencionales, como 'inversionistas ángeles' para proyectos tecnológicos y el apoyo de familiares y amigos para negocios tradicionales.
Respecto a tener socios laborales, advirtió que es clave definir funciones y visión compartida para evitar conflictos. Para Pacheco, la sociedad es recomendable cuando ambas partes compartan objetivos, visión, valores y, sobre todo, pasión por el proyecto.
En tiempos de crisis, aconsejó iniciar con pruebas a pequeña escala, capacitarse, aprender de los clientes y apoyarse en redes de emprendedores. “Mantener una mentalidad positiva y aprender de los errores y fracasos contribuirá al crecimiento personal y profesional”, concluyó Pacheco.