En pocas palabras lo que hace el coaching se resume en la frase que dice Galileo Galilei: “No podemos enseñarle nada a la gente; sólo podemos ayudarle a que descubra lo que hay en su interior”. Esto significa que el trabajo del coach consistirá en ayudar a encontrar lo mejor que tiene uno mismo para proyectarlo al exterior.
“El coaching es un proceso en el cual el coach y su cliente (coachee) conversan sobre algo que el segundo desea cambiar, con la finalidad de que esa situación presente se convierta en una situación deseada. En pocas palabras, el coach acompaña a su cliente para transformar esa realidad y lograr algo mejor con los resultados esperados”, explica la coach Jimena Sainz.
La técnica de la conversación permite que el coach haga un regalo muy importante a su coachee, pues le plantea preguntas poderosas que buscan generar que la persona mire hacia adentro suyo para ver aquello que tal vez no podía ver, y al hacerlo logre evidenciar lo que ocurre y tomar acciones al respecto para cambiar las cosas.
“El coach promueve un proceso de autoanálisis, de reflexión interna por parte del cliente (coachee) sobre las conductas de liderazgo que ha venido adoptando en este proceso, en busca de que este último pueda replantear otras maneras alternativas de obtener resultados, abriendo nuevas posibilidades orientadas a la acción”, asegura Sainz.
Según la experta, un coach no es ni psicólogo ni terapeuta, no genera dependencia, sino que en una o más conversaciones (sesiones de coaching), de acuerdo con lo que desee trabajar el coachee, se verá el tiempo que se requiera, pues este proceso comienza con el análisis de la realidad presente para la elaboración de un plan de acción futuro.
“En principio, este proceso puede ser programado en 3 sesiones que se realizarán en los primero 15 a 30 días, cuya duración será entre 45 a 60 minutos. Luego se analiza si hacen falta más sesiones en función de la necesidad y se evaluará, junto al cliente, su avance considerando que él tuvo las herramientas a su alcance para lograr el resultado deseado”, explica la coach.
COACHING EMPRESARIAL
Existen varios tipos de coaching, pero en esta ocasión abordaremos el empresarial que será de mucha utilidad para la mujer emprendedora que inicia un negocio o si ya tiene uno que desea hacerlo crecer. Pues tendrá las herramientas necesarias que le permitan,a través de un trabajo de motivación a nivel ejecutivo, alcanzar los mejores resultados.
“Este coaching hace referencia a la configuración de una nueva forma de ver la realidad para hacer que las cosas ocurran, de aprender y gestionar el conocimiento para una mejora continua que potencie a los profesionales para optimizar su trabajo y su rol al interior de su empresa”, asegura Sainz.
HERRAMIENTAS
En la búsqueda de lograr metas empresariales, el coach y el equipo de trabajo, entre los ejecutivos y mandos medios, delinean las acciones a seguir para alcanzar los objetivos organizacionales. En esta actividad, donde el coach es más un articulador, se trabaja sobre la base de una serie de preguntas de cosas que se pueden mejorar en la organización y aquellas que se pueden hacer de forma diferente. Se observan los rasgos de personalidad, los niveles de interacción del equipo y se presta atención a criterios como la capacidad de comunicación, actitudes frente a la presión o riesgo, el estilo de liderazgo y el trabajo en equipo, entre otros aspectos.
“En la gerencia, mandos medios y operativos puede surgir un liderazgo natural, pues un líder para serlo no necesita de una designación formal, muchas veces es el mismo equipo de personas que le reconocen su liderazgo. Un líder tiene la capacidad de inspirar e influenciar”, recuerda la coach.
En este afán, el coaching empresarial promueve todas las posibilidades para tener un espíritu de cuerpo con todos los líderes y esto generará resultados compartidos lo que tendrá un impacto directo en la productividad y rentabilidad de la empresa que se evidenciarán, al subir los indicadores organizacionales.
“Cuando eres coach debes responder a la agenda del cliente, de la empresa o de la institución en la que actúas de acuerdo con sus particularidades y en función de su realidad, necesidades e inquietudes, es decir, trabajar para transformar aquello que requiere la empresa para que realmente pase lo que se espera”, finaliza Sainz.
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