viernes, 7 de septiembre de 2018

Emprendedores Mantén tu trabajo, pero no olvides tener un proyecto alterno

¿Qué tienen en común el arte expresionista abstracto y la realidad virtual? Ambos fueron creados como proyectos alternos. Jackson Pollock trabajaba como intendente en una escuela durante el día y pasaba el resto de sus horas pintando. Palmer Luckey, el fundador de Oculus, tenía un trabajo de tiempo completo en la USC, pero dedicaba todas sus tardes en su cochera construyendo el futuro de la realidad virtual.

Y tienen mucha compañía en esto. Google, Twitter, Buffer, Todoist, Space X, Apple, Product Hunt, Trello: estas compañías son ejemplos de negocios increíblemente exitosos que empezaron como un experimento, moldeadas y pulidas en horas extra de trabajo, mientras que sus fundadores seguían teniendo “trabajos reales” de nueve a seis.

La semilla de la curiosidad puede florecer en algo espectacular si tienes buen acceso a internet, un poco de tiempo y mucha devoción. Los proyectos alternos cambian vidas. ¿Qué te detiene?

ENCUENTRA EL TIEMPO

¡Es broma! A menos que estés en una vacación perpetua o que te hayas tomado un año sabático, los periodos largos de tiempo para descifrar cosas no existen. Y está bien. No los necesitas.

Los proyectos alternos florecen en ventanas después del trabajo, antes del desayuno, durante la comida, incluso en el metro. Todo el mundo tiene esos minutos mágicos, incluso la gente más ocupada o el CEO más trabajador del planeta.

Y diluidos entre todo lo que tienes que hacer en el día, no hacen una gran diferencia. Pero a lo largo de las semanas, los meses y los años empiezan a sumar una buena cantidad de tiempo. Probablemente habrás tenido que deducirlos de otro lado, así que empieza a ver menos horas de Netflix, báñate más rápido, sal a correr más temprano.

Porque tal como dice Paul Jarvis, “Hacer algo grandioso requiere sacrificios. Así que libera esos pequeños momentos libres y protégelos tanto como protegerías una comida con un amigo. Haz una cita en tu calendario de Google. Pon tu celular en modo avión. Pon un letrero de “no molestar” en tu puerta. Puede que te pierdas unos capítulos de tu serie favorita, pero ganarás algo mucho mejor.

Sólo recuerda que no se trata de ponerte una agenda estricta. Los tiempos de entrega te ayudan a hacer que las cosas pasen, pero no se trata de vivir doblemente estresado si no alcanzas a terminar algo, siempre y cuando sepas que estás dando tu mejor esfuerzo.

ESTÁ PRESENTE

Necesitas justificar el tiempo que inviertes en tu proyecto alterno. Así que tiene que ser algo divertido, sino, encontrarás excusas para no hacerlo, y las excusas siempre van a estar ahí. Y resentirás el tiempo que sí inviertas porque lo sentirás como una carga o una tarea adicional que debes cumplir.

¿Puede estar relacionado con tu carrera? ¡Claro! Si es así, estarás construyendo un portafolio de habilidades que sin duda te ayudarán en el futuro.

En mi primer trabajo como Desarrollador Junior, todos los días tenía que diseñar formatos para páginas web. Era muy aburrido y lento, tan lento que me llevó a pensar si podía automatizar el proceso. Me imaginaba un formato en el que la gente que no supiera programar pudiera arrastrar y pegar elementos.

Y el resto es historia. Tal como Paul Graham, fundador de Y Combinator, escribió una vez: “La mejor forma de tener una idea para una startup es preguntarte: ¿qué te gustaría que alguien más hiciera por ti?” ¿Tienes un problema? Resuélvelo. ¿Sientes que algo falta? Constrúyelo.

¿Algo te hace ruido? Investígalo.

HAZLO SIMPLE… Y LUEGO SIMPLIFICA LO QUE HICISTE

Si tu trabajo diario es un tren que va en la misma dirección todos los días, tu proyecto alterno debe sentirse como un avión de papel. Debe ser un producto sin equipaje. O, como lo resumió Mikael Cho de Hail Mary Crew, “resuelve un problema de una forma más sencilla que los demás.”

Una de mis historias favoritas sobre proyectos alternos es la de Sofia Amoruso, fundadora de NastyGal. Esta chica recolectaba ropa vintage como hobby personal y la vendía en eBay desde su pequeñísimo departamento en San Francisco. Pronto se dio cuenta de que la gente estaba dispuesta a pagar grandes cantidades de dinero por su ropa, y la compañía cobró vida. Actualmente, factura millones de dólares.

Pero la compañía millonaria es la feliz consecuencia de su trabajo altero, no fue para nada su punto de inicio.

ABRE LAS PUERTAS AL CAOS

Tú y tu proyecto pasan tiempo juntos de manera regular. Es divertido, pero… ¿sientes que todo es un poco caótico? ¿Confuso? ¿Amateur? ¿Incorrecto? Relájate. La imperfección es perfecta cuando se trata de un trabajo alterno. Tiene que ser desordenado. Y con un proyecto alterno, no hay bien o mal.

Porque simplemente es un experimento, nada más y nada menos. Un proyecto alterno debe sentirse como un lugar de juegos para adultos. Juega, diviértete, camina por avenidas que terminan en callejones sin salida, por el simple gusto de hacerlo. Ábrele las puertas al caos.

DESHAZTE DE LOS OBJETIVOS PLANEADOS

Puedes llegar a dudar sobre si invertir tiempo, energía y dinero en algo que no tiene una estrategia clara. Es complicado soltarte un poco. Así que, ¿por qué no tomar esa pluma de tinta indeleble y empezar a dibujarte un futuro?

Soñar sobre a dónde podría llevarte tu proyecto es emocionante. Pero cuando empiezas a ponerte objetivos y a analizar los resultados, la emoción empieza a diluirse. Suéltate un poco. Obsesionarte por el éxito puede resultar en sentimientos paralizantes y puede decepcionarte si las cosas no salen como las has planeado. Eso no es divertido.

COMPARTE TU TRABAJO

No dejes que tu semilla permanezca enterrada demasiado tiempo. El aire fresco, la luz y los ojos de los demás le harán mucho bien.

Yo solía tener un blog en el que escribía sobre mis proyectos alternos y pedía retroalimentación. Ese mismo blog me ayudó a vender mis proyectos y eventualmente a conseguir los fondos para crear JotForm. Independientemente de en qué etapa te encuentres, abrir una conversación de dos vías te ayudará a seguir avanzando.

Explicar tu idea a otros te ayudará a encontrar huecos en ella y luego a rellenarlos. Haz que la bolita ruede hacia delante y hacia atrás. Pide retroalimentación. Crea nuevas iteraciones, refínalas y hazlas cada vez más claras.

MASTÍCALO

Si le dedicas tiempo a algo que realmente capte tu curiosidad, no hay malos resultados. No le restará a otras partes de tu vida, sino que las hará crecer. Tal como lo puso Gumroad, fundador de Sahil Lavingia, “No tengas miedo de morder lo que no sabes si puedes masticar. Aprenderás a masticarlo.”

En el mejor de los casos, tu proyecto alterno florecerá para convertirse en una startup. En el peor de los casos, habrás aprendido una valiosa lección y te habrás preparado para tu siguiente experimento.

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