lunes, 18 de enero de 2016

La artesanía de yeso pasa generaciones y se exporta

“Prácticamente yo he nacido sobre el yeso. Desde mis 13 años ayudaba a mi mamá que hacia artesanías y ahora mi hija hace alcancías de yeso y distribuye a varias provincias en Buenos Aires”, así resumió su larga trayectoria en rubro Juan Pablo Condori Flores, uno de los más antiguos artesanos en la Alasita.
A la fecha tiene 73 años y en un alto en su labor nos muestra el laboratorio (taller) donde fabrica alcancías de yeso y otros. Con la paciencia de hombre de arte explica el proceso por el que pasa cada alcancía antes de salir el mercado.
Sentado en el rincón del saber y la habilidad de un cuarto de adobe de aproximadamente 4 x 4, y en medio del polvo del yeso explica, que uno de los secretos para obtener un buen producto es la preparación del yeso. “No tiene que ser ni muy aguanoso, porque tardará en secar y tampoco espeso porque no dará tiempo a batir el molde”.
En el taller, situado en la calle Florida No. 611 de Villa Pasankeri (sector norte) se advierte que ese trabajo, con excepción de la compresora para pintar, se hace artesanalmente.
Condori mientras desata el molde para sacar la alcancía, cuenta que una de sus hijas heredó ese arte. Tiene una microempresa en Buenos Aires (Argentina) donde vive hace 25 años. “Como Argentina es grande entrega a las provincias trabaja todo el año. Tiene cuatro operarios que lleva de aquí; uno vacía en el molde, otro aplica sellada y otro pinta.
Según la revista Jallalla editada por migrantes bolivianos en Argentina, solo en Buenos Aires el 24 de enero se instalan unas 10 ferias de Alasita, con artesanía hechas ahí y llevadas desde Bolivia.
Condori orgulloso señaló que las alcancías con figuras del colorado de Bolivia, el chanchito, pato, oso, vaca, personajes de dibujos animados, objetos como garrafitas y otros también llegan a Brasil y España.
Arguyendo que los ayudantes, una vez que aprenden se van y le hacen competencia desleal, señala a su hijo Ezequiel (12), de su segunda mujer, como su único ayudante. “Mi esposa murió hace 20 años y la segunda me dejó. Este trabajo me da nomás para vivir, vendo los sábados en la Garita de Lima. La renta Dignidad me ayuda a pagar luz y agua”, dijo y lamentó la falta de ayuda del Estado a ese sector.
Condori para la Alasita 2016 hizo unas 350 unidades de alcancía para exponer el Alasita en El Alto.

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