domingo, 22 de febrero de 2015

Nada es para siempre: el desafío de formarse para los cambios

De Ushuaia a Bogotá, la carrera de Pedro Passerini no hizo más que transformarse. No sólo cambió de escenarios, sino también de objetivos y tareas. Llegado a Buenos Aires desde la ciudad más austral de Argentina, Pedro estudió Administración y Sistemas en el ITBA. "Siempre me gustó mucho la parte comercial”, dice. Y terminados sus estudios, entró a MicroStrategy. Pero "si bien iba feliz a la empresa, no me apasionaba”, reflexiona hoy.
Estudiaba todavía cuando en una charla en la universidad conoció a la oganización Techo, que trabaja en asentamientos precarios con las comunidades para la superación de la situación de pobreza. "Me quedé escuchando, me gustó y fui de voluntario”, cuenta. Llegar a los barrios donde la ONG trabajaba significó para Pedro "un vuelco en cómo pensaba y vivía las cosas porque en Ushuaia no había visto ese tipo de pobreza”.
Así, su tiempo se repartía entre la empresa de lunes a viernes y los barrios los fines de semana. Entonces, se presentó la oportunidad de ir a Neuquén como director de la oficina de Techo y tuvo que decidir. "Cuando me fui de la empresa, estaba todo hablado para volver”, recuerda. Pero la experiencia lo cambió para siempre, y ya no regresó nunca a la ropa formal y el pelo corto. Hace tres años le ofrecieron ir a Colombia para abrir una oficina de la ONG en Medellín y hoy trabaja en Bogotá.
"La carrera que estudié es amplia. Como gerente de Techo en Colombia manejo dos millones de dólares de presupuesto, con 40 personas contratadas. Hago balances, manejo de recursos humanos: hay muchas herramientas duras que me sirven, está en uno cómo adaptarlas”, dice Pedro. Pero sobre problemas sociales fue leyendo y aprendiendo: "No sabía nada. Creo que la formación académica debería buscar incorporar temas de innovación social, de pensamiento sistémico y cómo empezar a mover el lado creativo de la persona”, opina.
Aprender siempre
Como en el caso de Pedro, son muchos los profesionales que dan un giro completo a su carrera. "En el devenir de la vida, hay cosas que vamos incorporando. Vamos creciendo y hay cosas que nos empiezan a gustar y cosas para dejar”, señala Cristina Schwander, secretaria de relaciones interinstitucionales y fundadora de la Universidad Siglo 21, en Argentina. Por eso, no se trata de elegir una profesión para siempre, sino de elegir "aprender siempre”, agrega.
Su propia historia es una de cambios: estudió el profesorado de Historia, pero ejerció poco tiempo esa profesión, para pasar a las RR.PP. y finalmente formarse en coaching ontológico.
Desde el punto de vista de la universidad, apunta, lo importante es "que los estudiantes puedan desarrollar capacidaddes como el el autoconocimiento, la autogestión y la gestión de relaciones sociales. Un título universitario te abre puertas y también tiene que hacer que aprendas a aprender”, observa.
Formación amplia
Para Gabriel Foglia, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo, "hay contenidos básicos que son esenciales para comprender el mundo que nos rodea, la naturaleza de la profesión que elegimos y para interactuar con las personas”. Por eso, "tener una formación amplia de base es fundamental”, agrega.
Luego, los estudiantes pueden profundizar en un área específica o mantener un perfil generalista. "El caso paradigmático es el MBA, cuyos estudiantes en su mayoría provienen de carreras no relacionadas con los negocios”, explica.
Es el caso de Sebastián Stranieri, director ejecutivo de la empresa VU Security, un emprendimiento propio que lanzó en 2007, cuando el lugar donde trabajaba empezó a representar "un límite” a su creatividad. Había estudiado Ingeniería en Sistemas dos años y luego abandonado porque "trabajando en esa empresa, Trend Micro, aprendía más que en la facultad”.
En el momento de cambiar de empleado a emprendedor, "me capacitaron distintos mentores”, dice Sebastián. Sin embargo, a los 34 años, volvió a la universidad a estudiar Administración de Empresas. "Es mi momento ideal para estudiar: hoy tengo Sociología y me parece aplicable. Lo hago porque tengo ganas y todo lo que aprendo me da otra mirada en el día a día de la empresa”, asegura.

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