miércoles, 14 de enero de 2015

El pagaré es una alternativa útil para las PyMEs

El pagaré, en general, es un documento que establece una promesa incondicional de pago entre dos partes, el suscriptor, emisor del documento y el beneficiario o tenedor. Esta operación de préstamo tiene como características que el deudor es el emisor del documento (pagaré), de una suma determinada de dinero en un plazo fijado.
Su nombre surge de la frase con que empieza la declaración de obligaciones: "debo y pagaré”. Este instrumento permite a las empresas tener una herramienta para financiar sus necesidades de capital de operaciones y mejorar sus flujos de dinero de corto plazo.
El capital de las obligaciones se devuelve generalmente en la fecha de vencimiento junto con el interés, que puede ser de tasa fija o variable. En Bolivia estos contratos son menores a un año.
El pagaré es un instrumento negociable cuya propiedad puede ser transferida por endoso. Generalmente las emisiones de pagarés están respaldadas por garantías quirografarias, es decir, no requieren de la inmovilización de ningún tipo de activo o inmueble como colateral, siendo este tipo de garantía a sola firma, respaldada por todos los bienes actuales y futuros de la sociedad emisora (hasta el monto de la emisión) que no hayan sido utilizados para garantizar otras obligaciones anteriores a la emisión de pagarés.
Sin embargo, existe también la posibilidad de otorgar garantías hipotecarias o prendarias para hacer a los pagarés más atractivos para los inversionistas potenciales.
Otro mecanismo de garantía es el aval que se puede aplicar en todo o en parte del pagaré. La persona o entidad que se obliga a garantizar el pago se llama avalista, que se convierte en deudor solidario junto con el avalado.
En el mercado de valores boliviano se definen dos clases de pagarés identificados por el mecanismo en el cual se negocien: los pagarés bursátiles, que son todos aquellos que puede ser negociado en la Bolsa, pagarés de empresas sin problemas financieros y que tengan una buena calificación de riesgo. Su plazo de vigencia puede ser de hasta 360 días o un año.

Los otros son los pagarés de Mesa de Negociación para PyMEs, cuyo plazo de vigencia puede ser de hasta 270 días o nueve meses. Como su nombre lo indica éstos son emitidos exclusivamente por empresas pequeñas o medianas.

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