martes, 30 de diciembre de 2014

Tortillas Anita, propuesta de seguridad alimentaria

Renato Berríos estuvo casi 30 años en México obligado por la dictadura de Luis García Meza, y hace cuatro años retornó al país, pero se trajo de allá a sus hijos Eder y Kevin, a su esposa Anita, y un negocio de tortillas mexicanas al que puso el nombre de su pareja.

Justamente con Tortillas Anita y el proyecto de optimizarlo para ofrecer a Cochabamba una alternativa de seguridad alimentaria le confirieron este año uno de los premios del concurso EmprendeIdeas de la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce).

El proceso para lograr este producto es tan simple que los periodistas nos preguntamos cómo es que no se nos ha ocurrido antes en Cochabamba teniendo la materia prima a mano: el maíz. Sólo hay que hacer cocer los granos con una solución de cal (nixtamalización), luego lavarlo, molerlo, aplanarlo y ponerlo sobre una plancha en una cocina cualquiera por cinco minutos y listo. No hay que aumentarle nada más. Es una tortilla de maíz, lista para servirse sola o con lo que uno quiera: un guiso de carne, verduras, queso, alguna ensalada…

“Una tortilla de éstas, con un poco de guiso de carne es perfectamente un plato. Una persona puede tener una cena comiendo poco”, explica el emprendedor.

“En México, nosotros guardamos estas tortillas para las épocas de carestía”, añade, por su parte, Anita, quien explica que una de estos productos pueden guardarse durante tres días al aire libre y durante tres meses si se los conserva en la congeladora.

Y si bien el preparado es sencillo, las ventajas son enormes. Ya hemos explicado que la primera es la posibilidad de guardar un alimento por mucho tiempo. La segunda es su alto valor nutritivo, pues contiene calcio (ideal para mujeres gestantes), fibras y antioxidantes.

Ahorro económico

Además, están las ventajas económicas, comenzando por los sencillo que es conseguir en pequeñas cantidades el maíz en el valle cochabambino.

Anita, que en México comenzó a elaborar tortillas desde sus ocho años, ha calculado que de un kilogramo de maíz, que se hincha al cocer en agua, puede salir 1,80 kilogramos de tortillas. Y el costo a los clientes tampoco es alto. Un kilo de tortillas de talla regular (aproximadamente unas 30 unidades) cuestan a 25 bolivianos. Mientras que las de talla pequeña (unas 45 unidades) se venden a 30 bolivianos.

Sus principales clientes son los restaurantes y puestos de venta de comida mexicana (como Ándale, Guadalajara y el Chipotle), donde se ofrecen tacos y burritos. Sin embargo, según Renato Berríos, la idea es que las tortillas se consuman también con la comida boliviana, pues él está convencido de que no hay mucha diferencia entre el menú de ambos países, pues los aderezos, el pollo rostizado, el mismo chicharrón de chancho o el fricasé se venden también en México con otros nombres.

Es más, incluso llegado el caso, las tortillas podrían utilizarse para las típicas laguas cochabambinas, los tamales (humintas vallunas) o el atoli mexicano, que en nuestro país conocemos con el nombre de api.

Por eso, las tortillas Anita se venden también en Chuquisaca, La Paz y Beni, todo a pedido, y con la mayor prontitud posible a fin de garantizar un producto fresco.

Para quienes deseen adquirir sus tortillas, los pedidos se hacen a los teléfonos 77957675 y 73781057.

PERFIL

Deportado

Renato Berríos es boliviano de nacimiento, pero estuvo casi tres décadas en México producto de la dictadura de García Meza. Allí estudió Ciencias Políticas.

Familia

Regresó al país junto con su familia: su esposa, Anita, y sus dos hijos Eder Renato (5) y Kevin Renato (12), todos ellos de nacionalidad mexicana.

Pasiones

Pese a su título en Ciencias Políticas y haber recibido invitaciones profesionales en el país, Renato Berríos dice que ahora prefiere dedicarse a las tortillas porque es menos estresante y tiene más tiempo para su familia.



PROYECTOS

Premios

Tortillas Anita logró este año uno de los premios de EmprendeIdeas de Soboce consistente en ocho meses de acopañamiento con asesoramiento técnico.

Crecimiento

Sin embargo, los emprendedores aún no lograron beneficiarse del premio debido a que esperan ampliar sus ambientes para elaborar sus tortillas con mayor comodidad y a mayor escala.

Otros sueños

De todos modos, los sueños van más allá. La idea es que Anita dirija el negocio de tortillas y Renato inicie un local de tacos y burritos. Incluso cuenta ya con el nombre: Mexbol (México-Bolivia).

1 comentario:

  1. quiero tortillas para mi
    casa para este domingo pero estoy sin wasap

    ResponderEliminar