martes, 15 de enero de 2013

El liderazgo no se debe ‘desempeñar’, se tiene que irradiar

Para ser visualizado como un jefe capaz, se deben tomar en cuenta ciertos aspectos para lograr que las ‘cosas ocurran’ en sus equipos de trabajo, sin complicarse mucho en eso de ser el buen jefe o el jefe ideal.
Faviana Olivera, presidenta de la Asociación Boliviana de Gestión Humana (Asobogh), indicó que a la hora de ‘estar a cargo de’, es importante entender que los aspectos básicos son los que construyen el cimiento para conseguir grandes logros.
Olivera resume en tres palabras estas cosas básicas: la primera de ellas es claridad, aquella palabra responde a la pregunta ¿qué quiero?, hay muchos aspectos que deben ser acordados a la hora de liderar el trabajo de alguien.
Este arte supone también transmitir aquello que no está escrito e inspirar a aquello que no se ve y en este entendido mientras más alineadas estén las expectativas de lo que se quiere lograr, es más probable que se logre algo.
La segunda palabra es confiar y responde a la pregunta ¿estás ahí cuando te necesito?, esto para que el funcionario esté seguro de que ante cualquier error, duda o cambio, tendremos al jefe al frente, con la capacidad de respaldar nuestras acciones, aun cuando eso signifique asumir el error.
Dejar solo al colaborador que se equivoca o que duda es la mayor muestra de deslealtad que puede tener un líder, y de hecho, impacta al corazón de la relación de confianza.
Y finalmente está la atención que da respuesta a la pregunta ¿qué pasa ahí?, si estoy a ‘cargo de’ debo ‘estar atento a’; atención a lo que sucede, a lo que no sucede, a lo que es, y a lo que parece ser.
Una vez en claro esto, se debe entender que el liderazgo es como la felicidad, no se ejerce, se irradia, se inspira

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