Fue una jornada que contribuye a recuperar la esperanza de que empeñando creatividad y pasión en lo que se hace se consiguen resultados positivos, afirma el maestro Álvaro Cáceres Ramírez, al comentar acerca de la primera feria educativa sociocomunitaria productiva que se realizó en el colegio Madre Clara Ricci, de la Villa Primero de Mayo.
Los resultados del evento fueron elocuentes por sí mismos en cuanto al éxito. Los padres de familias, vecinos y gente que llegaron de otros barrios pudieron apreciar diversos tipo de tejidos logrados a partir del uso de palillos, flores decorativas con goma Eva, flores con botellas desechables, bisutería terminada, cotillón con goma Eva, bolsas de yute, basureros, bolsas de regalo, botellas y velas decorativas, pintura de telas y vidrios.
“Vale la pena puntualizar un detalle. Todo el emprendimiento fue orientado hacia el objetivo de descontaminarnos para vivir bien”, señala Cáceres Ramírez
La directora del establecimiento que realizó la feria, Asunta Moreno, tuvo la iniciativa de reunir las voluntades de profesores, alumnos, alumnas, personal administrativo y padres de familia en torno a este evento enriquecedor, cuyos objetivos, sobradamente cumplidos, buscan no solamente el desarrollo de expresiones artísticas, sino también la atención y el cuidado del medioambiente.
A ello se agrega la posibilidad de que dichas manifestaciones en el arte generen en un futuro cercano beneficios económicos destinados a mejorar la situación de las familias con escasos recursos en el sector.
La primera feria educativa sociocomunitaria productiva es también una manera de “implementar de manera gradual los cambios propuestos en la nueva Ley de Educación Avelino Siñani- Elizardo Pérez”, expresó la directora del colegio Madre Clara Ricci.
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