domingo, 3 de junio de 2012

Artesanías , una tienda abierta a la esperanza

A pocos metros y sobre la vereda de la Alcaldía municipal se abrió una tienda que vende adornos con iconografía guaraní y otros productos de diseños coloridos. En cada una de las artesanías cuelga una etiqueta en la que se lee: “Gracias a la compra de este producto usted posibilitará que mujeres y adolescentes sean protagonistas de la transformación de su propia realidad y que puedan vivir con mayor dignidad y con pleno goce de sus derechos”.


El mensaje resume, en pocas palabras, el espíritu de la tienda que pertenece a la Fundación Epa Kuñatai (Levantate mujer, en guaraní) y que tiene como principal objetivo comercializar los productos que mujeres adultas y adolescentes de escasos recursos o en situación de riesgo realizan en los talleres gratuitos que imparte la institución.
“La mayoría de las señoras con las que trabajamos son viudas, mujeres abandonadas o solas y tienen muchas necesidades económicas. Entonces, lo primero que hacemos es detectar qué habilidades tienen y les brindamos la posibilidad de que se capaciten en cerámica, vitrofusión y confecciones en tela. Ellas van aprendiendo paso a paso hasta sacar piezas casi perfectas”, explica Rosa Tellez, directora de Epua Kuñatai.


Cinthia Rodríguez es la responsable de coordinar los talleres o unidades artesanales, como ella los llama. Cuenta que la institución en Santa Cruz tiene ocho años y el primer curso que incorporaron fue el de costura, pero recién desde hace cuatro años es que comercializan lo que allí se produce.
“Lo que hacemos es comprarle sus creaciones y lo que genera su venta en la tienda se recupera lo invertido para pagar el alquiler y los materiales con los que se trabaja. Nuestra intensión es la autosostenibilidad de la tienda”, comenta Rodríguez. Pero además de lo que se comercializa en la tienda, otros productos son enviados a Estados Unidos o España, dos mercados que reciben sus productos.


“Cinco años atrás estaba sin trabajo y una amiga que sabía que yo era modista me invitó a que asistiera a los talleres. Empecé haciendo carteras, luego almohadones y bolsones. Desde esa época me quedé enseñando costura. Lo bueno es que muchas de las señoras después encuentran trabajo o realizan artesanías que ellas mismas venden”, dice Vilma Rodríguez Saucedo.


Pero no conforme con lo que sabe, Vilma también aprendió a hacer cerámica y también colabora en los talleres que se realizan en la institución. Muchos de los productos que actualmente se venden en la tienda que está en la galería El Dorado fueron realizados por sus alumnas.
Los talleres están abiertos a mujeres de todas las edades. Por ejemplo, Juana Surubí, que es de origen chiquitano, empezó en abril los talleres junto con sus tres hijas y algunas de sus nietas “Nos interesa aprender a costurar, cambiar cierres y esas cosas. Mi vista ya no es muy buena, pero aquí estamos para aprender”, comenta Juana mientras visita la tienda.


“Dentro de la institución tenemos un centro infantil donde las mujeres que tienen hijos pequeños los pueden dejar allí mientras aprenden un oficio. Tampoco se les cobra nada y este servicio, como los talleres son gratuitos”, insiste Tellez.

Los talleres de la fundación Epua Kuñatai se realizan en las oficinas de la institución que se encuentran en la calle Juan Montero cerca del tercer anillo de la avenida Virgen de Cotoca. Allí también se realizan otras actividades para niñas y adolescentes víctimas de violencia intrafamiliar, y en situación de VIH/sida. “Nosotros no damos la respuesta clínica a las personas afectadas con VIH, sino la social. Es decir, muchas de ellas requieren de recursos económicos para cubrir los costos de su enfermedad, pero también para mantener sus casas e hijos”, explica Tellez.

Pero algo que hay que destacar es que los productos que tiene la nueva tienda son trabajos con un fino acabado que no solo valen porque tienen fines benéficos, sino también porque son productos de muy buena calidad.

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