domingo, 18 de octubre de 2009

“Iniciaremos el proceso para titularizar pymes”

Nació en Brasil. “Volví a Bolivia a mis dos años, así que soy boliviano como la papa, el chuño o el majadito; mi abuela era cruceña”. Estudió en Cochabamba. Luego, en Chile, España y Estados Unidos. Es ingeniero comercial con mención en Economía y máster en Administración de Empresas. Fue Intendente de Valores con el objetivo de impulsar el mercado de valores para el bien del país y porque le apasiona el tema asumió como gerente general de la Bolsa Boliviana de Valores, el 1 de febrero de 2008. En entrevista con La Razón expresó que el país tiene un mercado muy sofisticado y que el reto no es sólo para la Bolsa sino para las empresas, Gobierno y AFP que deben impulsar el mercado de valores.

¿Cuál la diferencia fundamental entre el mercado de valores y el sistema bancario?
Analizando los créditos comerciales que se utilizan para financiar las empresas, de todo tamaño, es de aproximadamente 2.500 millones de dólares en todo el sistema financiero. En el caso de créditos de más de $us 100 mil, están bordeando los $us 2.000 millones, similar al que teníamos hace 8 ó 9 años atrás.
En la Bolsa, tenemos emisiones de empresas privadas por $us 670 millones. Hemos crecido de $us 200 millones el 2005, hasta el monto señalado.

¿Cómo se explica?
La Bolsa está empezando a tener los pantalones largos. Son 20 años. Estamos saliendo de la adolescencia y queremos convertirnos en adultos jóvenes. Hay un mayor conocimiento del mercado de valores y las empresas se están dando cuenta que la única fuente a largo plazo, a tasas fijas y con capacidad de volúmenes grandes está acá.

El año pasado, el volumen de inscripciones bordeó los $us 560 millones. Un récord histórico (el anterior fue el 2001 con $us 241 millones). Para el 2009, estimamos unos 300 a 400 millones de dólares; si sale un proyecto grande estaríamos con más de $us 600 millones, en valores inscritos.

La Bolsa se ha convertido, a pesar de no ser muy conocida, en la única fuente de financiamiento a largo plazo de grandes volúmenes en el país. Si alguien quiere financiarse más de $us 50 millones no puede hacerlo más que a través de la Bolsa.

¿El sector público o el privado genera mayor movimiento en el mercado de valores?
Todavía lo que más se transa, vende o compra y se hacen reportos, son las letras del Tesoro General de la Nación (TGN); como no ha habido emisiones este año, los Depósitos a Plazo Fijo (DPF) son la mitad de todas las transacciones realizadas.

Hay superávit del Estado. El año pasado hubo un incremento muy fuerte, a pesar de que no hubo déficit fiscal, porque el Banco Central de Bolivia tenía como política monetaria retirar liquidez. Hoy, a medida que se van venciendo letras y bonos, o el prepago que realizó la semana pasada, están inyectando una liquidez (más dinero) impresionante en el sistema.

¿Ahora el reto es colocar ese dinero en otros instrumentos que no sean letras y bonos?
Sí. Para la Bolsa y la banca. Porque antes, el negocio de la banca era relativamente fácil: financiamiento a tasas baratas con DPF e inversión a tasas altísimas de letras y bonos del TGN. Por tanto, no era necesario prestar, generar mucha cartera.

Hoy, con tasas tan bajas, no se puede hacer eso y los bancos van a prestar, que al final es su negocio. Esto también ocurrió en Brasil y otros países.

La Bolsa va a tener que crear nuevos productos y traer más emisores e inversionistas para que reemplacemos esta dependencia que tenemos en letras y bonos del TGN. Ya se han financiado $us 3.000 millones al sector privado, pero es hora de que empecemos a buscar nuevos negocios y formalizar mercados como el de divisas, futuros de quinua, soya, arroz; sin entrega del producto.

¿De quién depende dar curso al mercado de los futuros?
Sobre el tema de las divisas estamos hablando con el Gobierno, necesitamos la aprobación del Ministro de Hacienda para que las autoridades regulatorias emitan los reglamentos específicos.

En el caso de los futuros, de productos agrícolas, estamos en pañales. Pero es hora de ayudar a crear precios en otros mercados de una manera transparente.

Un futuro, (se puede llamar contrato) es señalar que en tres meses, el precio de la quinua va a estar en Bs 800, ahora está en Bs 750. Eso me da la opción de comprar en ese precio; si a medida que avanza el vencimiento y el precio es superior a 800, el que tiene el contrato está ganando y pierde en el caso contrario. Estamos trabajando en la Cámara de Compensación, que maneja los contratos y asegura el pago, aunque la otra parte no cumpla.

¿Y productos para la pequeña y mediana empresa (pyme)?
Tenemos pagarés de mes y habría que sacar bonos y acciones. Por el momento, lo de las pymes lo hacemos por responsabilidad social empresarial porque no hay una masa crítica, cuando tengamos 100 pymes será un muy buen mercado para la Bolsa. Ahora tenemos unas 12 pymes, participando con diferentes instrumentos.

¿Proyectos a corto plazo?
A iniciativa de Nafibo ST, iniciaremos el proceso para la titularización de pymes, utilizando nuestra metodología de estratificación para que puedan acceder a financiamiento en condiciones favorables.

¿Y las grandes empresas?
Nuestro reto son las empresas estatales, prácticamente todas las nacionalizadas de hidrocarburos están registradas y han emitido bonos. Están enviando sus informes de hechos relevantes y estados financieros, que se pueden ver en www.bbv.com.bo.

Es importante para las nacionalizadas empezar a trabajar con acciones. Es una buena oportunidad para el Estado utilizar la Bolsa. Imagínese una empresa estatal que no tiene que dar sólo información al ministro sino al tenedor del bono, al que le ha prestado plata. Imaginemos a miles de accionistas bolivianos, como hizo Ecopetrol que vendió miles de acciones a colombianos (10% de sus acciones) y el 90% sigue en manos del Estado, sin perder ningún control. Le da mucha democracia a la estructura de capital.

¿Y el acceso para empresas como Cartonbol y otras?
Si son formales; si tienen estados financieros al día; si son sociedades anónimas o de responsabilidad limitada o mixtas pueden ingresar a la Bolsa.

¿Por qué no hay más empresas privadas en la Bolsa?
Hay un desconocimiento de las oportunidades. No se animan.

Tres ejemplos: 1,18 % emitido por Soboce por unos pagarés a 360 días (el spread de un banco es del 3 ó 4%). Pymes finaciándose al 6 ó 7%. El Banco Económico acaba de emitir al 6,05%,a cinco años plazo un deuda subordinada; también el BNB y el Banco Ganadero.

Hay empresas argentinas que quieren venir a Bolivia a financiarse y los bolivianos nos quejamos que no hay condiciones de financiamiento.

Seamos claros. Hay empresas que son transparentes, otras que no quieren informar al público sobre sus actividades; varias que tienen sus impuestos en mora. Y la Bolsa no ha logrado la suficiente capacidad de difusión.

Hay 1.460 sociedades anónimas y 12.000 sociedades de responsabilidad limitada. Es un universo muy importante. A las agencias de bolsa les falta más agresividad, no a todas.

“ Imagínese una empresa estatal que no tiene que dar sólo información al ministro, sino al tenedor del bono ”

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